domingo, 27 de mayo de 2007

Quedé IMpresionado.


Una vez leí de un tipo que estaba en medio de un experimento.
Se abrió el brazo, justo por donde pasa uno de los terminales nerviosas más importantes del cuerpo, y se insertó "un chip" -más bien un sensor, pero soy el vox pópuli encarnado- que guardaba y transmitía un registro de las sensaciones o impulsos que tuvieran a bien pasar por ahí.

La idea de esto era: guardar todos esos datos y -ea que aquí viene lo bueno- después, ponerle otro aparatillo igual a su esposa, regresarle los datos guardados para que ella pudiera reproducir o sentir todo lo ahí almacenado.

Guuoouu.

Su teoría másomenos decía que, como somos una mezcla de sustancias y electricidad, y en el cerebro la información que se recibe, procesa e interpreta se convierte en pensamientos, deseos, recuerdos, sensaciones, gracias a esas sustancias e impulsos eléctricos; tal vez, el mentado "chip" este, podría hacerla de un fabuloso "toca-recuerdos".
Voilà, ahí está tu "Strange days" pero de a deveras.

Diablos.
Imaginen por un segundo tener la posibilidad de guardar los recuerdos. De poderlos reproducir en toda su gloria y esplendor "con el sólo toque de un botón".

La fiesta de un año.

El primer día en el kinder.

A la maestra del kinder.

El primer beso.

La primera vez.

El nacimiento de los hijos.

Y como no puedo negar la cruz de mi parroquia de "aficionadou" -así en gabacho- de la tecnología...

¿Qué tal que una vez guardadas esas sensaciones se pudieran "exportar" a otros formatos?

De ".dream" a ".XLS"
A ".txt"
A ".psd"
A... ".cam", o sea, para imprimir en estereolitografía.

O sea, algo que materialice objetos por más fumados que sean.
Buenas nuevas para todos los pésimos modelistas del mundo: Hay una compañía que se llama Desktop Factory, la cual tiene un producto maravilloso. La "impresora" 3D de escritorio.

Si.
Diseñas un objeto o pieza.
Lo modelas en cualquier programa CAD y simplemente aprietas "print".

Unas horas después, puedes sacar tu pieza perfectamente modelada en un plástico durable, lijable y pintable. Chido ¿no?

Y en el ánimo web 2.0 que inunda a estas fechas la interné y vecindades aledañas, se me ocurrió algo:
¿Se imaginan ahora poder "imprimir" los recuerdos en 3D?

Los recuerditos de las bodas o quinceaños se darían días después del evento.

"Ay güey, qué padre estaba el salón. Me gustó cuando Claudita bajó la escalera rodeada de los cadetes. Qué gallardía chingao".

Caramba. Con el simple toque de un objeto vendrían las memorias.
¿Y eso que implicaría?

Pues que se cambiarían muchas cosas:
La gente manejaría mejor.
Nadie se metería en ninguna cola o hilera existente al son de "esquetraigo prisa... Perdóon ¿eh?, perdón".
Si nomás fue un minutiiito. Ándele poli... ¿si?
Etc.


¿Suena muy mamón?
Pues no tanto. Porque finalmente la gente podría estar en contacto con sus sensaciones y sentimientos. Cero discapacitados emocionales.

Creo que se requeriría un pequeño esfuerzo al menos, para hacerse pendejo por algo. Ya costaría trabajo, pues.
Y como mis paisanos en su mayoría siempre aplican la ley del menor esfuerzo, creo que sí, las cosas mejorarían.

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