La calle siempre está llena de gente. Todo el mundo va, viene, corre, mira el reloj, se sume en sus pensamientos, el gesto adusto, las manos apretadas...
Toda esa gente que en la mañana sale de su casa y dice "voy a trabajar"
¿neta?
¿la gente trabaja?
O será entonces que hay mucho tiempo muerto entre cita y cita,
entre uno y otro envío
entre todas las visitas que hay que hacer
Deveras me lo pregunto.
¿Porqué no existe una técnica, artilugio, truco o ya de perdis aparato para invertir esa estúpida capacidad de proceso que traemos encima de los hombros y destinar los momentos de ocio, esas tardes interminables de ver viejas en el metro, de las hueva galopante en las bancas de Reforma, de todas las horas pestaña invertidas en camiones, peseros, chimecos y demás?
Si eso existiera, estoy seguro que ya habríamos, entre todos, resuelto una que otra babosada. A saber:
Hambre
SIDA
El clima
La envidia
El odio
Pues avísenme de alguna si saben.
Porque acá en esta soleada tierra a los 19 grados oeste, además de ser los campeones de tomar coca, nos pintamos solos para dejar correr el tiempo.
!Ay Bécquer! ¿porqué no mejor fuiste compositor popular para que todos te entendiéramos lo que querías decir?
Chale.
jueves, 22 de febrero de 2007
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